sábado, 4 de agosto de 2012

Eldrad Ulthran

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Eldrad Ulthran ha sido el vidente de videntes. Vivió durante varios milenios y guió a los suyos con éxito por las retorcidas hebras del destino durante todo este tiempo. Gracias a sus pronósticos, los ejércitos de Ulthwé obtuvieron una espectacular victoria sobre el planeta del Señor de la Guerra Orko Ghazghkull Thraka, que tomó a este y a sus huestes totalmente desprevenidos. Debido a las incursiones Eldar, el equilibrio de poder entre las diferentes facciones rivales orkas se desajustó y benefició directamente a Ghazghkull en vez de a otros kaudillos más peligrosos para los intereses Eldar. Pero, como consecuencia, fue el planeta de Armageddon el que sufrió todo el poder acumulado por el ¡Waaagh! de Ghazghkull. Ni los orkos ni los seres humanos sospecharon jamás que todo aquello se debía al cuidadoso desarrollo de un plan estratégico a gran escala de Eldrad para evitar el ataque de los Orkos a los Mundos Astronave Eldar. Los videntes manipulan la corriente temporal con gran habilidad y sutilidad, sin levantar las sospechas de otras razas.
Una y otra vez, Eldrad evitó el desastre de la raza eldar mediante sutiles actos de heroísmo ocultos en multitud de hebras de destino. Fue él quien evitó la plaga de Hrud en el orgulloso Saim-Hann, que, de lo contrario, estaba condenado a morir. También desbarató los planes maléficos que los dioses necrones pusieron en marcha al despertar de su largo letargo, evitando así que los Días de Sangre tuvieran lugar.
La predicción más importante que tuvo Eldrad Ulthran tuvo que ver con la repentina abertura gigante que se produjo entre el espacio y la disformidad y que fue el preludio de largas e innumerables batallas en el mundo de exiliados de Haran. Ulthran describió a la perfección cómo los dioses del Caos abrirían esta herida en el espacio para que sus fuerzas entraran en el universo. Era difícil saber porqué Haran y no cualquier otro planeta, pero cabe la posibilidad de que los secuaces del Caos pretendiesen internase en la Telaraña a través de los portales de Haran y utilizar así los conductos disformes para llegar a todos los planetas y mundos astronave.
Para cuando se abrió el espacio, los Eldar estaban preparados. Los Marines Espaciales del Caos atacaron junto a los demonios y la guerra empezó. Las fuerzas Eldar eran más fuertes, pero apenas podían contener el empuje del Caos. El propio Eldrad dirigió a los guerreros de Ulthwé. De toda la galaxia llegaron Señores Fénix y Proscritos para luchar por la causa Eldar. Sin embargo, la abertura se hacía cada vez más grande y más y más demonios se aparecian en el mundo real. Hasta que los Eldar no empezaron a elevar la voz cantante, la herida no empezó a cerrarse. La Guerra de Haran duró muchos meses. A veces era el Caos quien obtenía la ventaja y la herida se abría hasta amenazar con tragarse al planeta y convertirse en un nódulo permanente de salto disforme. Pero los Eldar consiguieron rechazar a todas las criaturas del Caos, la abertura se cerró y las fuerzas del mal se desvanecieron para siempre. Aunque pagaron un precio muy alto, los Eldar vencieron y le arrebataron al Caos el mundo de Haran de sus garras. Desde entonces, el planeta es conocido como Haranshemash: el planeta de la sangre y las lágrimas.

1 comentario:

  1. Si pones alguna foto al relato harás la lectura más amena y la gente volverá a por más. Yo lo que veo aquí es una tochada de copia y pega sin división en párrafos que desanima muchísimo leerlo.

    Hazme caso con eso.

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