martes, 9 de octubre de 2012

Rakarth Señor de las Bestias


Los elfos oscuros siempre han utilizado monstruos esclavizados, tanto en sus flotas como en sus ejércitos terrestres. Pero aunque en el pasado han existido muchos señores de las bestias famosos, ninguno ha conseguido acercarse a la habilidad consumada o la experiencia de Rakarth. Dicen que las mazmorras de Karond Kar están llenas de las criaturas que Rakarth ha domado, y que entre ellas pueden encontrarse uno o más ejemplares de todas las criaturas conocidas del mundo de Warhammer.

Cuando era un niño, Rakarth ya poseía una habilidad casi sobrenatural para poder dominar a las criaturas salvajes. Cuando Rakarth sólo tenía ocho años de edad, su padre le regaló un corcel oscuro especial. La bestia se llamaba Bracchus, y era más rápido y más fuerte que cualquier otro corcel en las cuadras del padre de Rakarth, pero tenía un temperamento violento; se encabritaba y saltaba salvajemente cuando alguien intentaba montarlo.

El padre de Rakarth intentó domar a Bracchus y fue rápidamente tirado al suelo, casi pisoteado hasta morir bajo los cascos del animal. Fuera de sí por la rabia, el padre de Rakarth ordenó que sacrificaran a Bracchus, pero Rakarth se adelantó y le preguntó si podía intentar montar a la criatura y quedárselo si lo conseguía. El padre de Rakarth consintió rápidamente, pues a los druchii les gustan todas las formas de juego violento, incluso más que la seguridad de sus propios hijos.

Rakarth caminó lentamente hacia Bracchus, paralizando al corcel con su fría mirada. Bracchus quedó visiblemente afectado por la mirada del niño, reconociendo instintivamente que ese ser le superaba en crueldad y capacidad de causar dolor. Bajando la cabeza, Bracchus permitió que Rakarth le montara fácil y mansamente, y obedeció todas las órdenes de Rakarth. A partir de ese día, Bracchus fue la fiel montura de Rakarth, sirviéndole bien hasta que murió en la llanura de Finuval, unos treinta años después.

El dragón negro que Rakarth monta actualmente se llama Bracchus en honor al corcel que montó en su juventud.

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