Se
sabe poco acerca de la vida de Zakarías antes de que sucumbiese al
encanto de las artes nigrománticas. Estudió bajo la tutela de Dieter
Helsnitch y, posiblemente, fue gracias a la influencia de este gran
nigromante que Zakarías logró descubrir la localización secreta de la
torre del señor Necrarca Melkhior. Su intención era entrar a hurtadillas
en la cripta de la torre y hacerse con el Libro de Nagash que Melkhior
había obtenido en algún momento de sus largos años de no-vida. Cuando se
disponía a entrar en la torre, Zakarías fue capturado por los
sirvientes de Melkhior. Esa misma noche, en lugar de acabar con el
excesivamente curioso nigromante, Melkhior le concedió el beso del
vampiro, y decidió tomarlo como discípulo.
Al
principio, Zakarías estaba horrorizado por su nueva forma vampírica y
juró vengarse del señor Necrarca; pero, con el transcurso de los años,
comenzó a entender el poder que Melkhior le había otorgado. Cada noche,
los dos se despertaban y Melkhior amonestaba a Zakarías; quien,
probablemente, acabó aburriéndose de la compañía de Melkhior y se juraba
a sí mismo que acabaría con él antes de que amaneciese. Pero no ocurrió
así. Zakarías era un discípulo atento y constantemente sorprendía a
Melkhior con su capacidad de aprendizaje. Melkhior enseñó a su acólito
todo lo que sabía, pero nunca le dejó acercarse al Libro de Nagash.
A
menudo, Melkhior caía en accesos de locura en los que mataba a sus
sirvientes vivos y bebía su sangre en un gran festín, pero Zakarías era
sabio y siempre evitaba la ira de su maestro. Fue durante una de
aquellas ocasiones cuando Zakarías logró entrar en los aposentos de
Melkhior. Allí, sobre un gran atril, se encontraba el tomo maldito.
Desafortunadamente para Zakarías, Melkhior regresó a su cámara mientras
su pupilo estaba todavía leyendo el libro, y se enfrentaron en una gran
pelea. Melkhior se había vigorizado gracias a la sangre de los esclavos
muertos y, en ese estado, era demasiado poderoso para Zakarías, que a
duras penas consiguió escapar. Herido de gravedad, huyó hacia las
montañas Centrales. El año que siguió a su huida, Zakarías fue
perseguido por los servidores de Melkhior. Huyó de un cueva que le
servía de escondite a otra, y estaba cansado y muy demacrado por la
falta de sangre. Apenas acababa de encontrar un lugar adecuado para
esconderse con seguridad, volvía a ser descubierto por los sirvientes de
Melkhior. Finalmente, encontró una enorme y oscura cueva con un pequeño
nicho en su interior, y allí se sumió en un profundo sueño. Totalmente
exhausto debido a la gran lucha con Melkhior y a la persecución sin
tregua de los oscuros sirvientes de este, Zakarías descansó durante una
década.
Durante
ese tiempo, un dragón negro también descubrió la cueva. Ignorante de la
abominación que dormía dentro, construyó allí su nido y, como suelen
hacer todos los dragones, reunió en él su pequeño tesoro. Cuando
Zakarías despertó, su sed era enorme, y el dragón dormido era una fuente
perfecta de la que alimentarse. Encontró la carne expuesta del dragón y
clavó sus colmillos en el monstruo dormido. La sangre de la gran bestia
recorrió las venas de Zakarías, reforzándolo con un inusitado vigor.
Tal es la fuerza de un vampiro que ni tan solo un dragón es capaz de
reaccionar ante su letal mordisco. Durante todo un mes, Zakarías bebió
de la gran bestia hasta que, al final, la dejó exangüe. Las leyendas
cuentan que, al beber la sangre de un dragón, los vampiro sacian su sed
de sangre para el resto de su vida eterna. Si esto resultase cierto,
quién sabe qué otros poderes obtuvo Zakarías de la sangre del dragón.
Utilizando los poderes nigrománticos que había aprendido de Melkhior,
retornó al dragón de la muerte y montó en su grupa para volar de regreso
a la guarida secreta de Melkhior, donde lo dos hechiceros libraron una
gran batalla. Se dice que lo poderes desplegados eran tan potentes que
la torre quedó totalmente destruida. Cuando el polvo se asentó, los
restos dejaron entrever al ganador del duelo: Zakarías.
Se
desconoce qué le ocurrió a Melkhior. Algunos dicen que Zakarías acabó
con él y que, después, bebió su sangre para hacerse más fuerte y ganar
más poderes. Otros son de la opinión de que Melkhior está escondido
lamiéndose las heridas mientras trama una venganza para deshacerse de su
antiguo discípulo. Cualquiera que fuese el destino de Melkhior,
Zakarías se apoderó de todas las riquezas que su maestro había reunido y
atesorado durante su largo reinado de terror, incluyendo el Libro de
Nagash. Actualmente, Zakarías gobierna en el bosque de las Sombras,
donde tanto los orcos de las montañas como los habitantes del bosque
viven aterrorizados ante la posible venganza de Zakarías el eterno.
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